A menudo cuando un pequeño inicia una rabieta en un lugar público todos quieren ayudar y hasta los desconocidos buscan la manera de calmar al pequeño a veces por compasión y a veces para no tener que escuchar los gritos.
No es por desanimarte pero si tú eres de esas personas, te cuento que en mi experiencia el resultado suele ser contraproducente la mayoría de las veces, osea en vez de calmar algo, se puede complicar.
Rabietas – Lista de acciones que quizá no funcionaron.
- Amenazas; a mi hija se han acercado a decirle “Si sigues llorando te voy a llevar” y el resultado es una niña asustada llorando todavía más y preguntando porque un desconocido se la quiere llevar, además de llevarse una respuesta mía que a veces no suele ser tan amable.
- Ofrecer comida “Si dejas de llorar te damos esta paleta”. Calmar rabietas con comida no es lo más sano, los padres debemos enseñar a nuestros hijos a manejar sus emociones y no a sustituirlas por alimentos, además no sabes si el niño o niña pueden comer lo que tú ofreces.
- Reclamar o reprochar a los padres. Créeme, ningún padre despierta por la mañana pensando “Ojalá hoy mi hijo se frustre en medio del parque y grité durante 5 minutos”.
- Hacer promesas. “Si te calmas te vamos a llevar /comprar, etc”. Así como en el punto 2 lo menciono, lo que debemos hacer en una rabieta es contener, no brindar premios para que el niño cese el llanto.Además, en nuestro caso, le hemos enseñado a nuestra hija que las promesas se cumplen, así que si alguien le dice “Te prometo que si dejas de llorar te compramos un juguete” pensará que es real esa promesa.
- Grabar y tomar fotos. En otro post hablo de lo terrible que es ver a niños sobrepasados expuestos en redes sociales. ¿Te gustaría que te exhibieran cuando estás triste?. Por fortuna nunca nos ha sucedido, pero te aseguro que no ayuda.
¿Cómo veo la rabieta desde afuera?
Yo también estuve del otro lado, el del adulto que al primer gritó pedía en mi mente que el niño guardara silencio, creo que nunca le dije directamente algo a los padres, sin embargo, ahora que soy madre y sobre todo ahora que me he informado, evito intervenir en rabietas de otros niños.
Sí aún tus intenciones son ayudar a ese padre e hijo desesperados, puedes acercarte y preguntar al papá o mamá si necesitan ayuda o bien, decirle al adulto que todo estará bien, que es una etapa de todos los niños y pasará.
Como madre puedo decirte que no disfrutamos ver a nuestros hijos llorando, tampoco nos encanta sentir las miradas que las demás personas nos dan y hacemos lo posible por mantener a nuestros hijos felices y en calma, pero las rabietas son una parte normal del desarrollo de los niños y a veces es imposible prevenirlas pero hacemos nuestro mayor esfuerzo por contenerlas y solucionarlas.