La importancia de mantener una buena salud bucal en la familia no está en discusión, pero con los niños se suele complicar este ritual.
Nabyl tomó el cepillo cuando tenía poco más de dos años, pero no para lavar los dientes, veía a mamá y a mí e intentaba imitarnos (sólo mordía los filamentos del cepillo).
Aunque siempre procuramos lavarle los dientes al menos con una gasa envuelta en nuestros dedos y a veces con el cepillo de dientes, cada que iba creciendo se volvía más complicado ya que ella quería intentarlos sola y como negarnos a eso.
Consejos para elegir el cepillo para los niños
Son dos las características más importantes a tener en cuenta, el tamaño y los filamentos. Después cosas secundarias como el diseño, manual o eléctrico.
Tamaño: el cepillo de dientes debe permitir el acceso fácil a todas las superficies de los dientes. Si se opta por una cepillo con cabeza grande es posible que sea complicado maniobrar para limpiar ciertas áreas difíciles de acceder, como los lados y los bordes de los molares.
Variedad de filamentos: Para la mayoría de la gente, un cepillo de dientes suave será la opción más cómoda y segura. Dependiendo de la fuerza con que uno se lave los dientes, los cepillos de dientes medios y duros podrían dañar las encías, la superficie de la raíz y el esmalte dental de protección.
¿Cuál debo elegir?
En el mercado existen una gran variedad de cepillos, pero muchos de estos se basan únicamente en el diseño, en tener colores y dibujos llamativos para los niños, que no está mal pero no es el objetivo.
También existen los cepillos artesanales o amigables con el medio ambiente que tienen la misma duración de 3 meses que es la recomendación de los especialistas.
Nabyl tiene de los dos cepillos uno de diseño con personajes de Disney® y otro de bambú de filamentos suaves, la realidad es que ella prefiere el de bambú porque después de cepillarse los dientes juega a que es un lápiz.
Lo importante no es el cepillo, es crear el hábito en nuestros pequeños en tener una buena higiene bucal.