El día de ayer sábado, nos dimos a la dura tarea de salir de la cama antes de las 9:00 a.m. porque si bien nos despertamos temprano, los fines de semana nos quedamos acostados hasta que la cama nos escupa, pero esta vez fue diferente.
La razón para realizar semejante barbaridad fue… queríamos ir al cine y evidentemente queríamos llevar a Nabyl. Antes ya había ido con nosotros pero era más pequeña, ahora tiene casi dos años y es un poco complicado controlarla.
Elegimos el primer horario porque supusimos que la gente no va si no pasado el mediodía al cine (en fin de semana) y si, no estuvimos errados.
¿Por qué tan temprano?
La película comenzó 10:40 a.m. sólo había dos personas más y nosotros tres. Así que en este caso fue una buena decisión ya que si Nabyl se ponía inquieta queríamos molestar a la menor gente posible.
¿Cómo se comportó?
La verdad es que respondió súper bien, yo tenía en mente que al no ser una película meramente infantil y no tener tantos colores o cosas que capturan su total atención ¡sería un desastre! La realidad fue otra, Nabyl se portó genial, le gusta STAR WARS y eso ayudo un poco jajaja el sonido tampoco pareció molestarle, con decirles que se ponía feliz y gritaba ¡Woooow, muchos pupis! Los pupis son los stormtroopers.
No voy a mentir, sí, casi los últimos 20 – 30 min. de la película se desesperó de estar sentada y quería bajaste a estar caminando. La bajamos y mamá le dio los juguetes que Nabyl eligió llevarse ese día y con eso casi que se calma, digo casi porque ya muy pero muuuuy al final comenzó con sueño y eso la irrita, se pone a llorar y todo le molesta, pero mamá salió al rescate con la chichi amamantadora –jajajaja-
En conclusión la pasamos muy bien, Nabyl antes de entra al cine ya había desayunado algo ligero y dentro de la sala comió algo de palomitas (siempre con supervisión). La selección de la primera función fue la idónea, sí, a veces pensamos o nos sentimos agredidos por las restricciones de algunos cines hacia los bebés, pero también hay que ser conscientes, no digo que siempre sea comprar los boletos de la primer función o la última como si de escondernos se tratase, pero creo que es importante ponerse un poco en los zapatos de los demás visitantes al cine.
Yo me emocionaba más cuando veía que Nabyl abría esos grandes ojos y volteaba a verme a decirme ¡mia papá pupis, pun pun! y así entrabamos en un loop del que yo no quería que salir, fui el papá más feliz, no por que le guste STAR WARS si no porque me sentía inmerso en su felicidad.
Y bueno, sobre la película yo como fan de la saga de STAR WARS me siento un poco decepcionado, en mi nulo conocimiento cinematográfico le doy un 7 de 10.