Entre tantas noticias sobre crimen y violencia, en México hay algo que debemos celebrar el día de ayer 26 noviembre de 2019 el Senado de la República aprobó por unanimidad la prohibición del castigo corporal para los menores de edad.
De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), de 2012 a 2017 fueron asesinados dos mil 600 menores de 15 años, donde 42% perdieron la vida a manos de un familiar o por maltrato en el hogar.
Estos datos nos demuestran que por desgracia, la «educación» con violencia está muy normalizada en el país, desafortunadamente, sin intención de sonar despectiva, la ignorancia, los problemas psicológicos, repetir patrones y el desinterés por romper paradigmas, orillan a los adultos a buscar la salida «más fácil» para criar a los hijos.
Consecuencias del maltrato
Cada vez más investigaciones han demostrado las consecuencias que trae el maltrato físico y psicológico como forma de crianza, demostrando que este tipo de castigos causan daños cognitivos y de conducta a los niños.
Muchas veces se me ha cuestionado por estar en contra de la violencia como forma de crianza, quisiera aclarar que con violencia me refiero desde una amenaza hasta una nalgada o un pellizco, no justificó nada de esto.
Por supuesto que no soy perfecta y erróneamente he entrando en desesperación y alguna vez se me ha salido un grito, sin embargo, estoy consciente de que no está bien y busco la manera de remediar mi error y la próxima vez hacer las cosas de mejor manera.
Romper patrones es difícil, sin embargo, nuestra tarea como padres es también evolucionar como humanos. Si no permitimos que otro adulto nos violente (física o psicológicamente).
¿Por qué un niño debería permitir que un adulto lo haga? Si es un delito que un hombre golpee a su esposa, ¿por que una madre debería golpear a sus hijos?
Sin duda dar un golpe o gritar es más fácil, pero no estaremos enseñando a nuestros hijos nada más que las cosas se solucionan con violencia.
Estaremos atentos a las próximas noticias sobre esta ley que protege a los niños y niñas del país.