Abrazo

Saber soltar

¿Alguna vez has sentido que tienes muchas tareas y no puedes con todo?

Yo lo he sentido, la pandemia pudo conmigo y con mis «superpoderes» de mamá.

Desde que inició la pandemia, en nuestra familia somos afortunados de que papá y mamá trabajemos desde casa.


Al principio fue extraño porque nuestra hija nos veía en casa y para ella era sinónimo de descanso, así que le era difícil entender que estábamos trabajando y no podíamos jugar.


Después, cuando ya teníamos una rutina establecida, comenzamos las clases y nuevamente tuvimos que reorganizar nuestra vida.


En casa las tareas se dividen de manera equitativa entre todos los miembros; sin embargo, cómo mi horario de trabajo es mucho más flexible que el de papá, me creí la falsa idea de que super mamá lo puede todo.

Hacerme cargo de las clases de televisión, clases online, trabajo, cocinar, limpieza de la casa, la vocecita que me persigue todo el día «Mamá, mamá» … pasé de tomar pequeños descansos de mi trabajo durante el día, a trabajar más horas y también por las noches todos los días.

Mi sentir


Poco a poco me fui sintiendo ahogada en tareas que nadie me adjudico, pero que yo me las asigné porque «soy la mamá y eso me toca». 

Llevaba semanas cansada y frustrada, hasta que un día comencé a llorar porque me di cuenta de que estaba queriendo hacer todo y sin rendir como debia.

No estaba brindando un buen acompañamiento clases a mi hija, tampoco me concentraba en el trabajo ni tenía tiempo para mi familia y menos para mí.


Después de llorar un rato, entendí que debía soltar responsabilidades, hablé con papá y dividimos algunas tareas. Entonces al paso de las semanas sentí alivio, pude concentrarme en mi trabajo, apoyar bien a mi hija en sus actividades, atenderla y mejorar mi estado de ánimo.



Mentiría si dijera que no he tenido momentos de estrés en los que me siento abrumada por todos los pendientes, pero me sentí libre cuando pude aceptar que no podía con todo, que debía dejarme ayudar y se lo hice saber a las personas que me rodeaban.


Mamá y papá, estamos viviendo un hecho sin precedentes, llevamos ya más de un año encerrados, nuestras vidas cambiaron en muchos sentidos y no solo nuestra salud física está en riesgo, sino también la mental.

El Principito

Te aconsejo soltar, entender que todo es importante pero no todo es prioritario.  Si tienes una red de apoyo, habla con ellos, expresen sus inquietudes y necesidades para que juntos busquen soluciones.

Está bien aceptar que no podemos con todo, está bien que no todo salga bien.

Imagen de cabecera tomada de Pinterest.

Publicado por Elizabeth

Q.F.B egresada de Ciudad Universitaria.

Me gusta patinar cuando tengo oportunidad, mantener contacto con otras mamás y papás, para ampliar el conocimiento y experiencias sobre la crianza.

¡Me gusta la ciencia!

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